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¿Qué es una pulpotomía?
16 Ago 2023

La pulpotomía es un tratamiento que se realiza en odontopediatría en los dientes temporales de los niños y que guarda algunas similitudes con la endodoncia que se realiza en los dientes permanentes en la edad adulta.
La finalidad de la pulpotomía es eliminar la parte del tejido pulpar dañado, manteniendo el resto. El tejido pulpar es el tejido blando que se encuentra en el interior del diente y que contiene el nervio, los vasos sanguíneos y el tejido conectivo.
Este tejido pulpar puede haberse dañado por la aparición de una pulpitis, que es la inflamación producida por una caries o un traumatismo.
De esta forma, y gracias a la pulpotomía, es posible reconstruir y rehabilitar un diente temporal dañado, recuperando la funcionalidad del mismo y la estética antes de realizar el cambio a la dentición permanente.
Un diente de leche con caries o que ha sufrido un traumatismo puede derivar en inflamación, infección, dolor y daños en los dientes permanentes (que están por llegar) y los demás tejidos orales.
En este sentido, la finalidad de la pulpotomía es mantener la pulpa radicular sana, sin signos clínicos ni radiológicos de afectación como puedan ser dolor, sensibilidad o inflamación.
Sin embargo, si la pulpa ha sufrido una infección grave, es posible que deban aplicarse otros tratamientos ya que no debe existir lesión en el germen del diente permanente
¿Cuáles son los síntomas?
La pulpitis es una infección que puede producir en el niño dolor intenso, sensibilidad dental e incluso inflamación y pequeños abscesos de pus. Por eso es imprescindible acudir al odontólogo ante los primeros síntomas.
¿Cómo se realiza?
Una vez adormecida e insensibilizada la zona, el odontólogo limpiará a través de un orificio en la corona dental (la parte visible del dientes)la caries y la parte de la pulpa dañada.
Una vez realizado este primer paso, el tejido radicular que todavía se mantiene vivo se tratará con un agente como el sulfato férrico o MTA (agregado trióxido mineral) para preservar sus funciones y su vitalidad.
A continuación se cerrará el canal como si fuera un empaste, reconstruyendo el diente para que recupere toda su funcionalidad hasta que sea sustituido por el diente permanente.
Es importante que el niño tras este tratamiento acuda a consulta a revisiones periódicas para confirmar que se ha eliminado por completo la infección y ya no presenta dolor, movilidad dental o un nuevo proceso infeccioso.