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Salud bucal y enfermedad de Parkinson: claves para romper un círculo vicioso que empeora la calidad de vida
La salud de la boca no solo afecta a la calidad de vida de los adultos con enfermedad de Parkinson, sino que también se ha confirmado que la salud bucodental empeora con la progresión de esta enfermedad neurológica, lo que puede reducir significativamente la calidad de vida de estos pacientes.
18 Mar 2022

La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo lentamente progresivo caracterizado por temblor de reposo, rigidez, lentitud y disminución de los movimientos (bradicinesia) y, finalmente, marcha y/o inestabilidad postural. Un estudio llevado a cabo en los Países Bajos, publicado en el “Journal of Oral Rehabilitation”, revela la estrecha vinculación que se establece entre la enfermedad de Parkinson y la salud bucodental, y como la confluencia de ambos trastornos termina acelerando el deterioro de la salud de la boca provocando una significativa pérdida de la calidad de vida. Estos científicos evaluaron la calidad de vida relacionada con la salud oral en 341 pacientes con Parkinson (edad media, 65,5) en comparación con 411 adultos sin Parkinson (edad media, 62,6), que sirvieron como controles.
Según este estudio, las dificultades motoras que afectan las actividades de la vida diaria, el empeoramiento de la higiene bucodental, el desgaste de los dientes y el síndrome de boca ardiente (una sensación de ardor permanente en la boca sin una causa obvia) se asocian, según este estudio, con una peor calidad de vida en personas con enfermedades de Parkinson. Además, en estos pacientes también es común la aparición de problemas tales como la boca seca (xerostomía), el babeo y la dificultad para tragar.
Resulta imprescindible prestar una mayor atención a los cuidados bucodentales de los pacientes con Parkinson
Tal y como nos advierten los investigadores, “aunque los problemas relacionados con la salud bucal probablemente estén subordinados a otros problemas presentes en los pacientes con enfermedad de Parkinson, no cabe duda de que la calidad de vida relacionada con la salud bucal puede verse seriamente afectada en estas personas”. Por ello, los autores de este estudio aconsejan que los familiares de personas con Parkinson y los profesionales sanitarios que atienden habitualmente a estos pacientes (y, en particular, a los dentistas) presten más atención a su salud bucodental.
En este sentido, los profesionales sanitarios deben divulgar y concienciar a la población de los beneficios que se obtienen mejorando la salud bucodental, sobre todo en personas mayores. Se debe insistir en una higiene bucal correcta, con cepillo manual o eléctrico, hilo de seda o cepillos interproximales y colutorios adecuados.